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Quieres dinero, consigue clientes

*Artículo dirigido a independientes y artistas
Toma el taller Inteligencia Empresarial para independientes y artistas
¿Te preguntas por qué no llegan los clientes?


¿Quieres dinero?

Estoy seguro que tu respuesta es sí. Hasta podrías estar enojado con que te lo pregunte y tal vez quisieras responderme con otra interrogante, ¿pero quién no quiere dinero?

Efectivamente, podemos concordar que todos necesitamos dinero, el tema es que no todos hacemos lo necesario para conseguirlo, porque una cosa es necesitarlo y otra cosa es quererlo de verdad. Porque, si uno quiere de verdad hacer dinero tendría que concentrarse en realizar las actividades necesarias para tener ese resultado y si no lo tengo, replantear las actividades hasta que mis acciones resulten efectivas, quieres dinero, consigue clientes.


Educados para ser empleados

Decir "quiero dinero" implica un compromiso. Si quiero dinero, voy a hacer las cosas que me permitan tenerlo, sin distraerme.

El gran problema de los independientes y de los artistas es que están concentrados unos en servir los otros en hacer. Es decir, las actividades cotidianas de su vida económica están vinculadas a las tareas que harían si estuvieran contratados por una empresa. En resumen, son empleados sin empleador.

Pongo ejemplos: soy dentista, doctora, psicólogo, podólogo, masajista y entonces asumo que mi trabajo es atender pacientes en mi consultorio y no asumo mi tarea de conseguir clientes; soy cantante, pintora, ceramista, diseñador y, entonces, me concentro en mi obra sin importarme quién me la va a comprar, cómo se va a enterar que necesita comprarla y en dónde lo tiene que hacer.

La pregunta que te hago es, ¿si no haces las cosas que necesitas hacer para tener el dinero que dices querer, cómo vas a conseguir el dinero?


Los clientes no aparecen por acto de magia

Porque los clientes no aparecen por acto de magia, bueno, algunos pocos independientes y artistas tienen esa estrella, pero la mayoría la lucha, toma decisiones y actúa. Conseguir clientes es una chamba; desde el punto de vista empresarial, es LA CHAMBA.

¿Cómo hacer si no te han entrenado en ese campo? ¿Cómo hacer si todo tu gremio no ve con buenos ojos que alguien se concentre en vender? ¿Cómo hacer para sacarte el overol de obrero que produce para ponerte el del vendedor si te han enseñado que vender es indigno?

No es un proceso fácil y tampoco es un proceso cómodo. Hay que desmontar un marco de paradigmas, demolerlo, para poder sembrar nuevas ideas con las que te sientas cómodo y te resulte fácil actuar. Y este trabajo no es un asunto de aprender conocimientos solamente, está en la esencia del ser, el independiente y el artista debe comprender que su esencia debe cambiar. No es un empleado sin empresa; es, en realidad, un empresario de su carrera, de su ocupación, de su talento.


El independiente y el artista

Aquí voy a hacer una separación entre el independiente y el artista. El primero, sabe que es un servidor en el sentido que su tarea es servir al cliente. Un independiente soluciona problemas: cura, peina, maquilla, corta, etc. Para el independiente siempre le va a ser más fácil ser gestor de su carrera.

Para el artista no, el cambio es más radical porque, lamentablemente, no concibe su trabajo como un acto de servicio. El artista se concentra en su creación, en lo que quiere expresar no en sus clientes y, a veces, su voz artística tarda en ser apreciada. Y esto no significa que necesariamente el producto es malo, sino que no está listo para ser lanzado con éxito al mercado.

Las personas a las que él pensó que podía vender su arte no están dispuestos a pagar por su obra. Perdón, ¿pensó en eso o solo en su obra? ¿Pensó en quién iba a comprar?

Y, sin ventas, el artista se frustra. Porque si su obra, como ha decidido presentarla y en el lugar donde ha decidido venderla no encuentra clientes, no tendrá remuneración por su talento.

Y entonces volvemos a la pregunta inicial, ¿quieres dinero o quieres invertir todo tu tiempo en generar tu propuesta artística? Ojo, ambos usos del tiempo son válidos. El asunto que el segundo no tiene forma de producir dinero.


Como ese mismo proceso que vive el artista lo vive una empresa innovadora

Te va a servir ver el mismo proceso en el mundo empresarial. Invertir en generar una propuesta de producto o servicio se llama investigación y desarrollo o, si quieres, desarrollo de producto.

Un producto no sale al mercado si no está listo para que el cliente lo valore y esté dispuesto a comprarlo. Eso puede tomar años si se trata de una innovación, pero mientras el producto se desarrolla, la empresa vende otras cosas para poder bancar a su equipo y tener contentos a sus dueños.

Es más, luego de tener el prototipo del producto, este debe de pasar al área de marketing para hacerlo atractivo al cliente (empaque, comunicación y publicidad, precio, lugar donde se ofertará, etc.).

Este es el proceso serio, tiene que seguirse si aspiramos a reducir el margen de error. Un proceso de filigrana donde el ego no tiene cabida. Las empresas no siempre tienen éxito, los artistas tampoco. Al final, sin clientes, es decir, sin dinero, todo proceso de creación se frustra.


No te enseñaron

Los independientes y artistas no saben de estas cosas porque no se les educó para gestionar sus carreras. Lo común es que esperen a que lleguen los clientes y cuando no llegan no saben mucho de cómo revertir esa situación.

Por eso yo hablo de desarrollar la inteligencia empresarial en los independientes y artistas, porque de esa manera esos talentos podrán brillar y ser activos generadores de riqueza.


Quieres aprender, entra a mi taller.

Te espero en mi taller Inteligencia Empresarial para independientes y artistas
Aprende a gestionar tu carrera



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