¿Por qué es tan difícil hacer crecer un negocio?
Antes de leer este post, mira el video, mi amiga Irma Calderón, resume muy bien el problema: tiene clientes y su negocio va bien; chiquito, pero suficiente para sentirse satisfecha.
Tiene, además, muchos clientes que no la van a ver con la frecuencia que quisieran porque su ubicación es de difícil acceso y, además, no brinda comodidad. Si uno está al otro lado de la avenida Aviación, al frente de La Parada; en Gamarra, por ejemplo; para llegar a su local tiene que cruzar la barrera humana que se forma en la estación del tren eléctrico "¿Por qué no te mudas?" - le preguntan algunos de sus clientes, "¿por qué no pones un local puerta a calle en otro vecindario?".
Su emprendimiento podría crecer mucho porque su producto estrella tiene todas las virtudes de la nueva tendencia gastronómica que podríamos resumir en cuatro potentes palabras: comida rica y sana. Lo he probado y es extraordinario, sabroso y muy natural, una caricia para la panza.
¿Si tiene los clientes para crecer, por qué no lo hace? ¿Si su negocio se encuentra dentro de una tendencia global, por qué no aprovecha la ola?
Y podríamos preguntarle algo más ¿si su crecimiento va a beneficiar increíblemente a sus proveedores que son todos de su Puno querido, porque no avanza más rápido?
Y la respuesta es no sabe cómo hacerlo. Por eso crece lento, con miedo, avanzando un poquito y luego retrocediendo.
Y eso le pasa a la gran mayoría de personas que tienen un emprendimiento, al no crecer, no solo pierden oportunidades sino que se esclavizan e, incluso, esclavizan a toda su familia.
Crecer es una obligación intrínseca al negocio, pero además, es una obligación moral: primero con tu familia que quiere disfrutar de tu presencia y tú estás fisicamente en el negocio todo el día, llegas a tu casa estás cansado y en tu hogar sigues pensando en las cosas del trabajo; segundo con tus clientes que merecen que acondiciones tu local de una mejor manera, que les permita a ellos, a tus trabajadores y a ti mismo un mayor confort; tercero, con tus proveedores, pues tu crecimiento los beneficiará a ellos también, ¡tu emprendimiento es la locomotora del tren! ¡y tú no la están echando a andar!; cuarto con otros emprendedores que pueden ver en tu emprendimiento una posibilidad de hacer negocios, ¿podríamos hacer una franquicia con el negocio de Irma, por ejemplo? ¿por qué si en Estados Unidos se han generado cadenas enormes de restaurantes de comida chatarra no se podría hacer una cadena con la comida rica y sana de Irma?; y, un quinto punto, crecer es una obligación moral con tu país: tu emprendimiento debe convertirse en una empresa generadora de trabajo y riqueza, que cumpla cn el pago de impuestos para que asi el Perú pueda progresar.
Entonces, no es un mérito trabajar mucho y no crecer, no es un mérito tener un emprendimiento que te esclavice y te impida gozar de la vida, el mérito es dar un paso más, yo diría, dar un salto, un salto que te lleve de emprendedor a empresario.
Respondo la pregunta que da título a esta nota ¿Por qué es tan difícil hacer crecer un negocio? Básicamente porque ignoramos cómo hacerlo. Y si uno ignora algo, lo aprende.
Irma, por ejemplo, tiene que salir de la cocina y de la atención. Hoy, su presencia en el negocio, muy demandada por sus clientes, es un obstáculo para su crecimiento. Ella tiene que pasar a hacer directora de orquesta y no instrumentista. Debe ser maestra de sus trabajadores para poderles delegar las tareas cotidianas. Debe ir acostumbrando a sus clientes a que no dependan de ella, pero para eso tiene que garantizar que el servicio de su pequeño restaurante sea homogéneo, con ella cocinando y atendiendo o sin ella.
Luego podrá poner más locales y crecer. En ese proceso la vamos a acompañar, formándola a ella y a su hija y asesorándola en el camino.
¿Y tú? ¿Quieres dar el salto de emprendedor a empresario?
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