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Foto del escritorJuan Infante Alosilla

Gamarra al 2032


Gamarra se ha dormido en sus laureles
Gamarra no mejora hace 25 años

No hay grupo humano que avance si no hay una agenda de futuro y, Gamarra, no parece tener ninguna. Hace un par de décadas que solo actúa en el corto plazo y repite temas año a año: inseguridad, presencia de ambulantes, ropa china, compras del Estado, ropa usada, desorden y punto, todo es queja, algunos temas válidos, otros, sueños de opio., lo peor de todo es que nunca avanza, los problemas no se resuelven de manera definitiva y se retorna al mismo punto siempre.


No se avanza sin visión, sin plan para alcanzar esa visión y tampoco se avanza sin liderazgo. El conglomerado vive la tragedia de tener el mismo grupo de dirigentes hace décadas, la mayoría con asociaciones fantasmas, son ellos los que han fracasado en la representación del conglomerado, planteando los mismos temas año tras año, sin lograr consolidar nada, ni siquiera sus propias organizaciones.


Sin agenda, sin plan, sin líderes capaces de ponerse de acuerdo para transformarla, Gamarra respira decadencia. Sus autoproclamados dirigentes compiten por un micrófono, por calentar un ratito el asiento en reuniones con algún ministro, están a la espera de lograr candidatear para el congreso en alguna lista y, cuando lo logran, nunca son elegidos o buscan ganarse la lotería de la alcaldía de La Victoria para, si triunfan, lamentablemente, no hacer nada más que mostrar su incompetencia.

 

Urge un cambio

¿

Tienen que ser las cosas así? Claramente no.

Si Gamarra no hace un esfuerzo organizativo y renueva sus dirigencias, o éstas no se educan para defender inteligentemente al conglomerado, se los van a seguir comiendo vivos, seguirá cayendo la presencia de clientes y muchas galerías se vaciarán.

¿Se puede revertir esta situación? Ya no lo sé. El conglomerado ha perdido mucho tiempo y solo ha vivido de la imagen que generó en el pasado.


Hablo desde mi experiencia como primer presidente de la Coordinadora de Empresarios de Gamarra, a mí me tocó proponerla, formarla y liderla del año 1998 al 1999; en ese corto periodo de un año, Gamarra vivió una renovación total.


La construcción de esa agenda se gestó, desde años antes, gracias a los esfuerzos que hizo el equipo de la revista Gamarra y al que se sumó luego, el esfuerzo organizativo generoso de un grupo de empresarias y empresarios de distintos tamaños. Con ellas y ellos nos fuimos conociendo en reuniones, compartiendo juntos comida, ideas, bailes; un grupo de empresarias y empresarios que se integró para luego ser capaz de pasar a desarrollar acciones conjuntas a favor de la comunidad con buena onda, poco raje y mucho trabajo amoroso por la zona para, finalmente, ser el equipo que logró poner a Gamarra en un sitial del que nunca debió bajar.

 

Esas empresarias y empresarios demostró que se puede, se convenció que tenía que luchar por unos objetivos claros y activó sólidamente para convencer a los demás que el cambio no solo era necesario sino posible.


Organícense


Hoy les propongo que se vuelvan a reunir, que piensen en lo que quieren lograr para el 2032 y definan cómo tienen que organizarse para lograrlo, qué acciones van a desarrollar, qué peleas deben librar.

 

Gamarra sigue siendo el centro comercial más importante del Perú; el lugar donde más transacciones comerciales se hacen por año, mes, día, minuto; el territorio que más peruanos emplea. Todavía.

 

El conglomerado necesita una poderosa asociación de galerías comerciales y cada galería necesita una junta de inquilinos y propietarios. Se debe comprender que Gamarra es, en primer lugar, un territorio donde se hace negocio, con muchos propietarios de locales y galerías que deben defender el valor de su inmueble y para eso, tiene que lograr que la zona esté impecable, con sus accesos y salidas fluidas y no llena de ambulantes.

 

En segundo lugar, se debe comprender que Gamarra tiene una identidad básicamente comercial. Es un lugar de empresarios vinculados al comercio de ropa nacional e importada, y, por tanto, debe haber una organización de comerciantes poderosa que se proponga atraer más clientes cada año. Los comerciantes deben aprender. Hacer marketing, invertir en publicidad para atraer más compradores a la zona, sumar esfuerzos y presupuestos.

 

Los industriales en su exacta dimensión

Gamarra tiene mucho más comerciantes que industriales. Las agendas del comerciante y la del industrial son distintas, el comerciante debe buscar atraer gente a su tienda, el industrial confeccionista peruano se organiza porque quiere que el Estado le compre.


El industrial que habla desde Gamarra es poco competitivo, tiene una agenda muy corta y, si por ellos fuera, cerrarían el mercado. Cuando su agenda prevalece, la del centro comercial se pierde. Viven años peleando por las compras del Estado y años buscando imponer salvaguardas a la importación de ropa china. Nunca los escuché abogar por un programa de fomento a la exportación, exigir que se promueva el comercio de prendas en los países de Sudámerica, que se fortalezca el diseño, que se genere una política que estimule la renovación de maquinaria, la especialización de sus trabajadores. Nunca buscan competir, solo han buscado prevendas.

 

El industrial confeccionista que usa el nombre de Gamarra para pedir que el Estado direccione sus compras hacia ellos es conservador y golpea al Estado como si fuera una piñata para ver si coge un caramelito. Tiene derecho a hacerlo, por supuesto, pero también tenemos derecho a cuestionarlos, su agenda es tan corta que no conduce a nada, las compras del Estado tienen un límite, aparecen como salvavidas en momentos de crisis, solo alcanzan para un pequeño grupo de empresas que se las arranchan como ratas al queso. Después de eso, ¿qué?

 

Ese mismo industrial ha hecho de la agenda de las salvaguardas a la ropa china un caballito de batalla que ya tiene 25 años de fracaso. Ahora que se inaugure el mega puerto de Chancay, ¿qué va a pasar con ellos y con la poca industria textil que queda? ¿cómo se van a ubicar en este nuevo contexto? ¿en qué estado está la confección peruana y cuáles son sus planteamientos?

 

Es importante para el país tener una industria confeccionista, es importante que ese sector industrial crezca, pero para eso deben plantearse una agenda más ambiciosa; y, por favor, esa agenda de los industriales debe estar separada de la agenda del conglomerado. Los talleres cuando crecen, salen de Gamarra porque Gamarra puede ser un buen lugar para empezar una industria, pero de ninguna manera para quedarse y desarrollar una fábrica.

 

¿Cuántos talleres hay en Gamarra hoy? ¿Cuál es la agenda que tienen ellos, los que sí están instalados en el conglomerado? Esos son los que deben hablar como confeccionistas de Gamarra, los otros, los que tienen sus industrias fuera, usan a Gamarra como centro comercial o ni siquiera, por ello deben explicitar su agenda como industriales, pero no usar el nombre de Gamarra para su agenda industrial conservadora.

 

Los industriales de la confección camuflan sus intereses y los hacen pasar como intereses de Gamarra cuando lo que defienden son los válidos intereses de sus industrias desde su perspectiva como industriales de la confección o del rubro textil. Al no encontrarse sus fábricas en la zona tergiversan la agenda propia del conglomerado y desvían la atención del Estado usando el nombre del conglomerado cuando no les corresponde.

 

La organización de los que proveen a la industria


Lo que si ocurre es que Gamarra es un lugar donde los pequeños industriales de todo el Perú suelen abastecerse de insumos y maquinaria y que yo sepa, no existe una organización que represente a los proveedores de la industria confeccionista instalados en el conglomerado: los distribuidores de tela, máquinas, agujas, pasamanería, cierres y demás insumos nacionales e importados creen que es mejor no participar en nada y son, junto con los propietarios de las galerías comerciales (los que aún no vendieron sus locales), los que deberían incentivar la defensa de los intereses del lugar donde generan su dinero.

 

Les dejo esta tarea ¿qué aparece en su cabeza cuando se juntan las palabras Gamarra y 2032? No me digan que nada, piensen por favor un poquito, el primer paso para un gran cambio es pensar. ¿Qué futuro imaginan para Gamarra y cómo es que se puede lograr?

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